EXCLUSIVA: Mario Casas, en todo su esplendor, pone en práctica sus dotes de seducción
El imponente físico de Mario Casas unido a esa actitud chulesca de la que gozan sus personajes le han dado como resultado una fama de seductor que poco podría corresponder a la realidad. Sin embargo, no es así. Como ese Hache que tanta popularidad le ha otorgado entre las adolescentes, Mario levanta pasiones allá donde va. El último escenario de sus dotes de conquistador ha sido Ibiza, donde ha generado más de un pálpito a los corazones de las mujeres con las que se ha cruzado. Sus ‘víctimas’, tal y como ha podido saber LOOK, fueron un grupo de jóvenes que celebraba una despedida de soltera y todas ellas, incluida la novia, no fue capaz de negarle una amplia sonrisa al actor.
El actor Mario Casas rodeado de chicas en Ibiza / LOOK
Mario, con un sombrero de paja, unas gafas que escondían su rostro y una camisa de flores, volcó todos sus esfuerzos en impresionar a ese grupo de chicas que tardaron en creerse si realmente era él -el Hache de Tres metros sobre el cielo- el que estaba charlando con ellas. En un gesto fanfarrón no dudó incluso en imitar a su personaje más icónico y con el torso medio descubierto se animó a hacer algunas flexiones en un árbol para terminar de conquistar a su público.
El actor Mario Casas durante unas vacaciones en Ibiza / LOOK
Sin embargo, fue una de las chicas, en concreto, la que llamó más la atención del gallego. El feeling era palpable en especial con una morena de cabello rizado, con la que compartió multitud de miradas y sonrisas cómplices.
El actor Mario Casas durante unas vacaciones en Ibiza / LOOK
Hasta la fecha a Casas no se le ha conocido pareja estable tras su ruptura a finales de diciembre con Berta Vázquez. Con ella vivió una historia de amor que, a su vez, supuso el punto final a su relación más duradera, la que mantuvo con la también actriz María Valverde. Pese a su juventud -acaba de cumplir 31 años-, Mario ha demostrado ser un hombre de compromisos, pero la actual es una etapa que pasa por disfrutar de su soltería. En este caso, una imagen vale más que mil palabras.